Mike Gundy señala el momento en el que se dio cuenta de que NIL no "desaparecería", lo que obligó al entrenador de Oklahoma State a adaptarse

Tras años de dudas, Mike Gundy finalmente está cambiando de opinión sobre la ley NIL y el reparto de ingresos, pero el veterano entrenador de fútbol americano de Oklahoma State no tuvo muchas opciones. Las universidades ahora se ven obligadas a adaptarse al cambiante panorama del fútbol americano universitario o corren el riesgo de quedarse atrás. Inicialmente, Gundy, como muchos de sus compañeros, esperaba que estos cambios fueran temporales, una tendencia pasajera que no alterara fundamentalmente el funcionamiento del fútbol americano universitario. Pero el impulso siguió creciendo y el panorama siguió cambiando.
Lo que antes parecía una posibilidad remota se convirtió en una necesidad urgente: adoptar la ley NIL, gestionar agresivamente las transferencias e invertir en nuevas estrategias para mantener la competitividad de los programas. El reciente acuerdo entre la Cámara de Representantes y la NCAA, que marca el comienzo de una era de reparto directo de ingresos con los atletas, no hizo más que reforzar la realidad de que el fútbol americano universitario es ahora un negocio, y entrenadores como Gundy ya no pueden permitirse el lujo de quedarse al margen.
"Casi pensé: 'Esto va a desaparecer. Seguro que no puede durar'", declaró Gundy a On3 esta semana en el Big 12 Media Days. "Y luego siguió cobrando impulso. Y después, hace unos 18 meses, me dije: 'Esto no va a desaparecer. Vamos a tener que hacer ajustes importantes'".
Oklahoma State recibió 41 transferencias como parte de su clase de 2025. Esta cifra empató la tercera mayor cantidad de cualquier programa del Power Four en este ciclo. Y es mayor que el total de transferencias que Oklahoma State recibió en los seis ciclos anteriores desde el lanzamiento del portal de transferencias de la NCAA en octubre de 2018.

¿Qué fue lo que finalmente impulsó a Gundy a cambiar su filosofía?
"A decir verdad, esta clase de portal de enero es la primera que adquirimos", dijo Gundy. "No habíamos comprado niños de portal. Eso nos perjudicó el último año, más o menos, en cuanto a la profundidad".
Esa dura lección llegó durante la desastrosa temporada 2024 de Oklahoma State, cuando los Cowboys cayeron a un récord de 3-9 y se quedaron fuera de un tazón por primera vez en casi dos décadas. Fue un punto bajo para un programa conocido por ganar en la era Gundy.
"Y no fue culpa de nadie", admitió Gundy, reconociendo que su negativa a invertir en jugadores de portal había fracasado. "No es culpa de la administración ni de los donantes. En realidad, fue culpa mía, porque lo que hice fue tomar el dinero recaudado mediante donaciones y repartirlo equitativamente entre las tropas, incluyendo a los jugadores actuales. No salimos a buscar jugadores ni les pagamos para que se unieran a nuestro equipo. Lo hicimos a partir de diciembre, y creo que todos estaremos de acuerdo: si no lo haces, no vas a sobrevivir".
A pesar del gran volumen de transferencias entrantes, Oklahoma State ocupa el puesto número 32 a nivel nacional en el ranking de equipos del portal para la clase de 2025 y el quinto en el Big 12.